El tamaño de la innovación ¿importa?

El tamaño de la innovación ¿importa?, ¿es una característica más?, ¿es más importante que el hecho en sí de innovar? Estas y muchas otras preguntas nos podríamos hacer a la hora de valorar qué importa en materia de innovación, pero dadas las implicaciones que tiene el ‘tamaño de la innovación’ nos vamos a centrar en este tema en esta ocasión.

 

El Manual de Oslo

Elaborado por los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE*) y Eurostat, el Manual de Oslo es un referente a nivel mundial que marca directrices para la recogida e interpretación de información relativa a la innovación.

Entre sus logros se encuentra el hecho de haber conseguido, a nivel académico y empresarial, un gran consenso internacional a la hora de definir el término innovación:

“introducción de un producto (bien o servicio) o de un proceso, nuevo o significativamente mejorado, o la introducción de un método de comercialización o de organización nuevo aplicado a las prácticas de negocio, a la organización del trabajo o a las relaciones externas.” (OCDE, 2005)

¿En qué se sustenta la validez de esta definición como referente mundial? En el cumplimiento de una serie de requisitos que la legitiman como tal:

  • Aceptable: esta definición ha sido consensuada por los países de la OCDE y tomada como base en América Latina y el Caribe (Manual de Bogotá: Manual de normalización de indicadores de innovación tecnológica).
  • Actualizable periódicamente: sus últimas actualizaciones fueron en 1997 y 2005.
  • Evaluable: nos permite medir y comparar datos sobre innovación porque es empleada por las entidades oficiales estadísticas europeas (Eurostat, INE, IEA,…) que basan sus estudios en la terminología del Manual de Oslo.
  • Utilizable por los agentes del sistema I+D+I: es usada por todas las entidades europeas que hacen uso de estadísticas, pues éstas recurren a los datos proporcionados por las oficinas oficiales estadísticas para poder compararse por terceros.

El impacto económico de la innovación: 10 razones por las que innovar (2014)

 

Si analizamos la definición de innovación del Manual de Oslo podemos observar que diferencia entre cuatro tipos de innovación:

  1. Innovación de producto: la introducción de un producto (bien o servicio) nuevo o significativamente mejorado”.
  2. Innovación de proceso: la introducción de un proceso nuevo o significativamente mejorado”.
  3. Innovación comercial: “la introducción de un método de comercialización nuevo”.
  4. Innovación organizativa: “la introducción de un método de organización nuevo”.

Las dos primeras, las agrupa usando el término de innovaciones tecnológicas y las dos últimas, se consideran por exclusión innovaciones no tecnológicas.

La lectura del Manual de Oslo revela que, entre las directrices marcadas, no hay referencias al tamaño de la innovación en términos de innovaciones grandes y pequeñas, de igual modo que no hace referencia a buenas y/o malas innovaciones. Sin embargo, hace mención al término innovación radical catalogándolo como:

“Un concepto importante es el de la innovación radical o disruptiva, que se puede definir como una innovación que tiene un impacto significativo en un mercado o en la actividad económica de las empresas de dicho mercado. […] Sin embargo, el impacto disruptivo puede no ser visible hasta mucho tiempo después de la introducción de la misma” (OCDE, 2005)

 

El tamaño de la innovación como referencia de grado de impacto

Al de hablar del tamaño de la innovación (gran vs pequeña) realmente estamos haciendo referencia al grado de impacto de ésta (radical vs incremental) o, como diríamos más coloquialmente, al tipo de cambio que genera la innovación:

“Según Schumpeter, las innovaciones radicales dan lugar a cambios bruscos e importantes, mientras que las innovaciones incrementales alimentan continuamente el proceso de cambio” (OCDE, 2005)

 

No obstante, a la hora de hablar del tamaño de la innovación, hay que tener también en cuenta el tipo de innovación, su nivel de aplicabilidad, su impacto, su retardo en hacerse visible, etc. así como que:

“Los procesos de innovación difieren de forma significativa de un sector a otro en lo que respecta a la velocidad del cambio tecnológico, las relaciones y la posibilidad de acceso al conocimiento, así como en las estructuras organizativas y factores institucionales (por ejemplo, Malerba, 2005). Algunos sectores se caracterizan por un rápido cambio tecnológico e innovaciones radicales y otros por cambios pequeños e incrementales” (OCDE, 2005)

 

Recapitulando

Por tanto, ante la pregunta ¿el tamaño de la innovación importa?, la respuesta debería ser que el tamaño de la innovación es una característica más de ésta y que lo realmente importa es el hecho en sí de innovar.

¿Por qué? Por la sencilla razón de que la innovación no es un fin en sí misma, es un medio a través del cual obtener ventajas competitivas. De ahí que:

-se considere que la innovación es el mejor medio para abordar con éxito los retos más importantes de la sociedad (COM(2010) 546 final),

-se pretenda “garantizar que las ideas innovadoras puedan convertirse en productos y servicios que generen crecimiento y empleo” (COM(2010) 546 final),

 

Por consiguiente, lo primordial es lograr innovar. Y si una vez lograda la innovación ésta resulta ser radical mejor que mejor, pero no debe ser un concepto que discrimine entre buenas y malas innovaciones por la sencilla razón de que:

1) para avanzar hacia un mundo basado en el conocimiento, como tractor de la economía, lo importante es lograr culminar el proceso de innovación.

2) la innovación es “una actividad compleja, diversificada, con muchos componentes en interacción” (Escorsa y Valls, 2003) y, no es suficiente realizar actividades para la innovación tecnológica (incluida la I+D interna) para lograr innovar y que esta innovación se traduzca en beneficios para la empresa que redunden en el crecimiento de una región o país.

3) las innovaciones radicales no son siempre fáciles de detectar de manera inmediata, la visibilidad del impacto que generan puede retardarse en el tiempo una vez introducida la innovación radical en el mercado.

 

* La OCDE está conformada por 35 países miembros donde los Gobiernos de democracias trabajan juntos para afrontar los retos económicos, sociales y medioambientales.

 

BIBLIOGRAFÍA

COMISIÓN EUROPEA (2010). Iniciativa emblemática de Europa 2020. Unión por la innovación. (Comunicado de la Comisión, 6 de octubre de 2010, COM(2010) 546 final) Disponible en: http://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/PDF/?uri=CELEX:52010DC0546&qid=1423827088987&from=ES

ESCORSA CASTELLS, PERE Y VALLS PASOLA, JAUME (2003). “Tecnología e innovación en la empresa”. Ediciones Universitat Politècnica de Catalunya.

ORGANIZACIÓN PARA LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO ECONÓMICO (OCDE), [en línea]. Disponible en internet: http://www.oecd.org/centrodemexico/laocde

ORGANIZACIÓN PARA LA COOPERACIÓN Y EL DESARROLLO ECONÓMICO – OCDE (2005). “Manual de Oslo. Guía para la recogida e interpretación de datos sobre innovación”. OCDE. Disponible en: http://www.madrid.org/bvirtual/BVCM001708.pdf

ROMERO GARCÍA DE PAREDES, MARÍA JOSÉ. El impacto económico de la innovación: 10 razones por las que innovar. [online] Clarke, Modet y Cía., S.L., Madrid, 2014 (revisado 2017). ISBN: 978-84-695-9402-5. Disponible en: https://www.innova2r.es/publicaciones/10-razones-por-las-que-innovar